Los ingenieros de Mazda han utilizado dos conceptos a la hora de diseñar este vehículo. Junto a la fluidez del Nagare se han inspirado en el concepto Kazamai, un término japonés que designa a los vientos cruzados que se producen en la naturaleza. La firma asiática ha querido trasladar la ligereza visual que evoca este fenómeno al exterior de este prototipo mediante elementos como la parrilla de cinco puntas, los pronunciados pasos de rueda y la línea del techo.
De esta forma han conseguido un coche sumamente aerodinámico, con una carrocería muy atractiva que va acompañada de un sistema de tracción a las cuatro ruedas impulsado por un motor de inyección directa de nueva generación asociado a una transmisión sublime.
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